Leticia, llegamos al Amazonas 20 y 21.08.17


Nuestro viaje va llegando a su fin… nos quedan pocos días y los usaremos para conocer los límites de Colombia por su parte sur, viajaremos al departamento de la Amazonia, para conocer otra peculiar zona del extenso territorio colombiano… (¡y meter los pies en el río Amazonas!... donde no haya pirañas, claro...)

Para llegar hasta Leticia, capital de este departamento, tendremos que viajar primero desde Salento hasta Pereira, esta es la localidad mas cercana dentro del eje cafetero que dispone de aeropuerto; a Leticia solo se llega por mar o por avión, la carretera mas cercana está a 800 kms. (!!!).

Esta zona del país conocida como el "trapecio amazónico" es una zona fronteriza de Colombia y en concreto Leticia, hace frontera con Brasil y Perú.


 Tras pasar la noche en Pereira (de la que no merece contar mucha historia…) cogemos el lunes el avión que tras hacer escala en Bogota (casi todos los vuelos “internos” pasan por defecto por la capital) nos dejará a mediodia en Leticia…

Un precioso labrador se ocupa de "revisar" las maletas... esperemos que no se mee en nuestras mochilas.
Tras pagar la tasa turística (30.000 pesos, nos parece un poco exagerado), cogemos un taxi para llega a nuestro hotel regentado por dos simpáticos hermanos que nos atenderán muy gentilmente… 

Y ya que estamos en Leticia... ¡habrá que darse una vuelta!, además, tenemos que organizar el viaje de mañana en lancha rápida Amazonas arriba rumbo a Puerto Nariño, nuestra siguiente parada...

Leticia tiene un parque central, Parque Santander, que parece ser el centro de reunión de las gentes del lugar,... eso si, apesta a un olor bastante pestilente e intenso que luego os explicaremos a que se debe...
De camino al puerto, pasamos por el museo local... lamentablemente los martes está cerrado y no podremos visitarlo... en la puerta dos simpáticos delfines rosas... ¿no sabíais que por aquí hay delfines rosas?... si esperáis a pasado mañana, podréis ver alguno... paciencia...

Llegamos a la zona portuaria donde teóricamente se cogen las lanchas... lo que ocurre es que estamos en "época seca" y hay que atravesar un puente y una isla cercana para llegar al embarcadero "real"


Seguimos caminando, la tarde va cayendo y volvemos a la plaza Santander donde teóricamene cuando cae la noche cientos de loros y pericos acuden a los árboles para "hacer noche"
Pericos si que habría no ya cientos sino tal vez miles,... ¡menuda algarabía!... eso si, loros no vimos ni uno... y ante la cantidad de pájaros que rondan por aquí, nos explicamos porqué huele tan mal aquí... suponemos que todas las heces de los pajaricos quedan al sol con lo que la atmósfera a mediodia resulta irrespirable...

 Vamos retornando a nuestro hotel... cenaremos unos sabrosos pinchos morunos en un local cercano al hotel... "El pincho"


Mañana navegaremos por el río Amazonas hasta Puerto Nariño... ¿os venís?



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